Egregor es una variante de ransomware-as-a-service (RaaS) que surgió en la segunda mitad de 2020. El nombre "Egregor" proviene de un concepto ocultista, que representa una entidad colectiva de pensamientos. Este ransomware es conocido por haber afectado a numerosas organizaciones de alto perfil en un periodo breve de tiempo.
El malware emergió después de la desarticulación del grupo de ransomware Maze. Se cree que algunos actores detrás de Maze buscaron continuar sus actividades delictivas bajo la nueva marca de Egregor. Los desarrolladores de Egregor ofrecían el ransomware a afiliados bajo un modelo de RaaS, proporcionando la infraestructura y el soporte para que los afiliados infectaran sistemas y compartieran las ganancias del rescate.
Encriptación de Datos: Una vez que Egregor infectaba un sistema, cifraba archivos críticos, haciéndolos inaccesibles para los usuarios legítimos. Los archivos cifrados usualmente recibían una extensión adicional específica del ransomware.
Exfiltración de Datos: Egregor no solo cifraba los archivos, sino que también robaba información antes de encriptarla. Esto servía como doble extorsión. Las víctimas eran amenazadas con la publicación de sus datos sensibles en caso de no pagar el rescate.
Interrupción de Operaciones: El cifrado de archivos críticos podía paralizar la operación de las empresas afectadas, resultando en pérdida de ingresos y daños reputacionales significativos.
Notas de Rescate: Después de la encriptación, Egregor dejaba una nota de rescate con instrucciones y demandas de pago, generalmente en criptomonedas para dificultar el rastreo.
Egregor utilizaba múltiples vectores para infectar sistemas, empleando técnicas sofisticadas para maximizar su alcance y efectividad:
Phishing y Spear Phishing: Correo electrónico malicioso que contenía enlaces o adjuntos infectados. Estos correos eran diseñados para engañar a los destinatarios haciéndose pasar por comunicaciones legítimas de socios o empleados.
Exploits de Software: Aprovechamiento de vulnerabilidades en software no actualizado, especialmente RDP (Remote Desktop Protocol) y VPN (Virtual Private Network). Esto permitía a los atacantes obtener acceso inicial a la red de la víctima.
Cuentas Comprometidas: Uso de credenciales robadas o débiles para ganar acceso a sistemas internos. Esto incluía el uso de herramientas de fuerza bruta para descifrar contraseñas.
Movimientos Laterales: Una vez dentro, Egregor utilizaba herramientas como Mimikatz y Cobalt Strike para moverse lateralmente dentro de la red, elevando privilegios y propagándose a través de otros sistemas antes de proceder con el cifrado.
Scripts y Automatización: Scripts personalizados y automatización para desplegar el ransomware de manera eficiente, minimizando el tiempo desde la intrusión inicial hasta la encriptación y exfiltración de datos.
Para protegerse contra Egregor y ransomware similares, se recomienda implementar las siguientes medidas de seguridad:
Actualización de Software: Mantener todos los sistemas y software actualizados con los últimos parches de seguridad.
Copias de Seguridad: Realizar y verificar regularmente copias de seguridad de datos críticos, y almacenarlas en ubicaciones segregadas y fuera de línea para protegerlas contra ataques.
Autenticación Multifactor (MFA): Implementar MFA para todas las cuentas, especialmente las que tienen acceso remoto o privilegios elevados.
Monitorización y Detección: Utilizar soluciones de detección y respuesta en endpoints (EDR) para identificar y responder rápidamente a actividades sospechosas.
Formación de Usuarios: Capacitar a los empleados en la identificación y reporte de intentos de phishing y otros vectores de ataque.
Segmentación de Red: Segmentar la red para limitar el movimiento lateral y contener la propagación del malware.
Egregor es un ejemplo ilustrativo de la evolución continua del ransomware y el aumento de sofisticación de los actores de amenazas. La colaboración internacional en la aplicación de la ley y las tácticas de ciberdefensa es crucial para mitigar el impacto de este tipo de malware.