Fecha: 2025-04-01 13:03:42
Autor: Alex Rubio
¿Por qué cualquiera puede hundir tu reputación en Google sin haber pisado tu negocio?
En el ecosistema digital de Google , hay una ironía particularmente amarga: cualquier persona con una cuenta puede dejar una reseña sobre tu negocio... sin haber estado nunca en él. Literalmente. Basta con localizar la ficha en Google Maps, hacer clic en "Escribir una reseña", y listo: tu reputación digital puede empezar a tambalearse.
Reseñas sin verificación: el talón de Aquiles
Google no exige ningún tipo de verificación de visita para dejar una opinión. Ni geolocalización, ni ticket de compra, ni prueba de interacción. Esto abre la puerta a valoraciones falsas, malintencionadas o simplemente erróneas. ¿Competencia desleal? ¿Clientes imaginarios con rencores reales? ¿Usuarios que creen que tu negocio "suena mal"? Todo entra.
Las consecuencias para las empresas, especialmente las pequeñas, pueden ser devastadoras. Una sola reseña negativa con 1 estrella puede bajar el promedio de puntuación y disuadir a nuevos clientes potenciales. Y lo más frustrante: ni siquiera tienes que haber hecho algo mal.
El laberinto de la moderación de Google
¿Y qué herramientas ofrece Google para protegerte? Técnicamente, puedes “denunciar” una reseña. El botón está ahí, brillante e inútil como un extintor en una pantalla de videojuego. Google analizará la denuncia... con suerte... y decidirá (en tiempos indeterminados) si vulnera alguna de sus políticas vagas. Spoiler: la mayoría no lo hacen.
Intentar borrar una reseña injusta es como pedirle a un algoritmo que entienda el sarcasmo. Y aunque marques la opción de "conflicto de intereses" o "contenido irrelevante", en la práctica el sistema favorece el libre flujo de opiniones, aunque estén basadas en fantasías.
El derecho al olvido: ausente sin permiso
Aquí es donde el tema se vuelve aún más serio: no puedes eliminar tu negocio de Google Maps. Aunque nunca lo hayas solicitado, aunque no quieras estar ahí, aunque tu modelo de negocio no dependa de la visibilidad online. No hay botón de "eliminar mi empresa del índice" definitivamente, cualquiera la puede volver a abrir e incluso dar telefonos de tu competencia. No seria mi primer caso.
Esto entra en colisión directa con el llamado derecho al olvido digital, recogido por la legislación europea. Las empresas no pueden decidir si estar en Google Maps, y tampoco pueden controlar completamente la narrativa sobre su marca. La visibilidad obligatoria, sin control, es lo contrario al consentimiento.
¿Un modelo de visibilidad forzada?
Para muchas empresas, estar en Google Maps no es opcional, es un hecho consumado. Y aunque Google vende esta presencia como una ventaja competitiva (y en muchos casos lo es), también es un campo de exposición pública sin defensas suficientes. Lo peor: los sistemas de revisión y apelación no están diseñados para humanos, sino para robots con poco sentido de la justicia.